Por: Marina Guigui
Las cabezas de hombre se asoman en el agua, miles de ellas, no importa a donde mire veo cabezas saliendo a flote para luego sumergirse nuevamente, quiero mirar al cielo y al tiempo que alzo la vista, mis ojos contemplan más cabezas colgadas en los árboles, serenas mirando sin mirar, cierro los ojos para ver en mi interior, y como si los tuviera abiertos vislumbro la misma barca dónde me encuentro navegando con un camino oscuro y solo frente a mi y las cabezas no dejan de mirarme burlonas, ya no sé si mis ojos están abiertos o cerrados, cosa que no importa porque me muestran la misma imagen de una u otra forma.
Empiezo a escuchar unas voces lejanas son como un canto, una alabanza que motiva a mis sentidos, agudizándolos, ahora veo más claro en la oscuridad de la noche, escucho todo como si estuvieran los sonido contándome un íntimo secreto, alcanzo a ver a un lobo que se acerca a la orilla a tomar agua del río, aúlla como si estuviera hablando conmigo yo aúllo en correspondencia, un escalofrío me hiela la piel, me abrazo a mi mismo para retirar esa sensación de mi cuerpo, cada vez hace más frío y me recrimino a mi mismo por no venir preparado a este viaje, ¡es una mentira que el infierno este ardiendo!.
Un grupo de murciélagos bajan al río a tomar agua para después estrellarse en mi barca sin razón, hacen un ruido ensordecedor, trato de taparme los oídos pero eso no termina con el ruido, quiero gritar, pero mi voz no sale de mi boca, me llevo las manos a la cara y lo único que siento es mi lengua que esta atrapada dentro de mi garganta y no puede salir, es un lucha letal, el lobo debió advertirme lo que pasaría, pero no lo escuché.
La calma ha vuelto no puedo decir que es más fuerte, el miedo o la curiosidad, ya no veo las cabezas, se han ido, es momento del té, no me acuerdo dónde puse la taza debe estar en esa bolsa al final de la lancha será mejor que me apresure antes de que vuelvan las cabezas y quieran robarme mi té, mis pies no se mueven, están pegados al piso, mamá ¿qué haces aquí? Pensé que no podía tener compañía pero gracias por venir, ¿quieres tomar té conmigo?, puedes pasármelo porque tengo los pies pegados al piso, déjame darte un beso, no recordaba lo suave que es tu piel, mamá tu cara se está deshaciendo en mis manos, y tu pelo se cae con sólo tocarlo, ¡tu no eres mi madre! otra vez intento gritar y no puedo, otra vez las cabezas miles de ellas están a mi alrededor, no quiero que me vean, ¡no me vean!, ¿que no me escuchan?, quiero que amanezca no soporto la oscuridad, no veo nada, ah ¿qué es eso? ¿quién está ahí?...
Debe ser que el agua está podrida esa pestilencia es insoportable, no puedo respirar, espero llegar a un lugar pronto, pero volteo y sigo sin ver nada, los cantos se siguen escuchando pero no veo a nadie, tengo sed, no soporto la sed, tanta agua a mi alrededor y no puedo beberla, aunque desde hace rato no huele mal, de este lado no debe estar contaminada, pero como le hago no traje vasos, tomaré en esa copa, no creo que al dueño le importe, se ve bastante roja el agua, deben haber árboles de hojas rojas por aquí, que sabor tan dulce tiene el agua, algún avión que transportaba azúcar seguro dejo caer la carga, la piel se me esta tiñendo de rojo ¡que agua tan fuerte!, ¿nadie habrá intentado patentarla? creo que me llevaré una muestra y me volveré millonario, no tengo frascos, tomare más y la orinare después en el laboratorio con eso bastará, debo llegar rápido antes de que mi cuerpo reaccione, escucho un ruido como unos golpes, mi lancha se mueve demasiado, alguien quiere voltearla para que caiga al agua, ¡son las cabezas!, ¡déjenme en paz!, ¡malditas cabezas! ¿qué les he hecho?, ¡no las conozco!; la calma regresó, otra vez el lobo me está mirando, quiere decirme algo otra vez no lo entiendo, debo aprender el idioma de los lobos, por que no lo aprendí en la escuela, pensé que era una perdida de tiempo, el frío empieza a hacerse todavía más fuerte, si tan sólo le hubiera hecho caso a mi mamá cuando me dijo que me pusiera un abrigo, que tonto he sido, ahora tendré que aguantar este clima de los mil demonios... -silencio total-... jajajajajajajajaja...jajajjajajajajja...jajajjajaja, ahhhhhhhhhh, tengo miedo, mucho miedo estoy paralizado del miedo, ¡no quiero estar aquí!, no quiero, odio estar solo y que es eso que se ve en la oscuridad, no quiero ver, ¡no quiero!, ¡no me toquen!, Dios mío ¡ayúdame!, veo una luz al final del camino, debe ser una señal, debo llega ahí, ¡sirenas!... pensé que sólo eran un cuento, que bellas son, se ven tan apetitosas, huelen tan bien, saben tan bien quiero probar un poco más, son tan deliciosas, satisfacen mi apetito de una manera tan sublime, casi podría pensar que estoy en el cielo, en la gloria, es tan confortante.
He perdido la noción del tiempo, no se que día es hoy o más bien que noche, la luz del día no tiene lugar aquí, otra vez ese olor pestilente, soy yo necesito un baño caliente, me voy a meter a nadar al río; que agua tan tibia, es deliciosa ahora entiendo porque esas cabezas estaban sumergidas, algo esta tocando mi pie, no, no, debe ser mi imaginación, ahhhh, el agua cada vez es más caliente, ¡me estoy quemando!, no puedo nadar algo esta agarrando mis piernas, ¡me arde!, necesito regresar a la lancha, no la veo, ¿dónde está la lancha?, mi lancha se perdió en la oscuridad, las cabezas me están viendo, no me vean, ¡váyanse!, no me hacen caso, ¡largo malditas!, empiezan a besarme, me da mucho asco, hago todo el esfuerzo por nadar a la orilla, ya casi estoy ahí, pero no logro alcanzarla, se aleja de mi, me duele mucho mi pierna ya debe estar muy quemada, por fin encontré una piedra y fui saltando hasta alcanzar la orilla, como me lo temía mi pierna derecha ya no sirve, esta totalmente quemada. Me senté a orilla del río y el lobo se me acercó y comenzó a comerse mi pierna quemada, que más da de todas manera ya no me sirve, es imposible de recuperar, un cierto placer recorrió mi cuerpo tras ese acto, el lobo siguió con mi brazo derecho, de todas formas tengo otro brazo, de haber sabido que ser comido por un lobo sería tan estimulante y placentero lo hubiera hecho antes, eso es todo lobo, vete, ¿qué? no te entiendo ¿que me quieres decir?, el lobo se me acercó más y empezó a comer mi otra pierna, y mi brazo, mi pecho, el dolor es insoportable, pero por alguna razón no muero, ¿porqué no me muero ya?, no soporto, ¡maldito lobo! pensé que éramos amigos cuando hablamos tiempo atrás, ya veo que me equivoqué, no debo confiar en nadie, el lobo por fin terminó conmigo y el dolor disminuyó, me lamió la cara que es lo único que se dignó a dejar de mi, con su hocico empujo mi cabeza al río, que al contacto con el agua roja después de un momento de alivio sentí un ardor indescriptible, mi cabeza se hundió en el agua impidiéndome respirar, de alguna manera tenia que salir de ahí, logre llegar a la superficie y alcance a ver una lancha, debe ser la lancha que perdí cuando baje a nadar, tengo que alcanzarla y ponerme a salvo, como pude me acerqué y salí a mirar, definitivamente no es mi lancha, pero tal vez ese hombre pueda ayudarme, ¿qué le pasa? ¿porqué no me da una mano?, parece asustado, es inútil tengo que encontrar una forma de salir, no otra vez esas cabezas, me persiguen, ¡no me toquen!, ¡no me sigan!, el terror me invade, no lo soporto, no me toquen, ¡aléjense!, quiero alejarme nadando y no puedo, sin brazos es muy difícil, quiero patear a las cabezas pero no tengo piernas, grito y mi voz se va haciendo cada vez más fuerte, las cabezas que están a mi lado también están gritando, deben querer callar mi voz con sus gritos, el sonido es como si estuviera en un coro cantando alabanzas, ¡no quiero cantar alabanzas!, estos gritos de desesperanza deben ser como un coro de ángeles para Satanás, me ha elegido a mi para formar parte del coro, debo estar honrado, otra vez tengo miedo, no quiero pertenecer aquí, ¡no debo pertenecer!, si tan sólo tuviera otra oportunidad no hubiera saltado de esa lancha, quiero regresar, ¡quiero otra oportunidad!, será mejor que me hunda, debe haber más calma en lo profundo, tengo sueño quiero dormir, el movimiento del agua me marea, si tuviera cuerpo saldría a vomitar, en este estado sólo siento un mareo que no puedo curar, no es una sensación tan desagradable, mis ojos no pueden más ha sido un día agitado, voy a cerrar los ojos un momento y...
¿Dónde estoy? ¿Hay alguien ahí? No escucho nada, creo que estoy perdido lanzaré el ancla para que me encuentren más rápido, cuanto tiempo me habré quedado dormido, pareciera que dormí una eternidad y a pesar de eso sigo sintiéndome cansado, hace frío, debí traer mi abrigo, cabezas de hombre se asoman en el agua, miles de ellas, no importa a donde mire veo cabezas saliendo a flote para luego sumergirse nuevamente, quiero mirar al cielo y al tiempo que alzo la vista, mis ojos contemplan más cabezas colgadas en los árboles, serenas mirando sin mirar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que tal me gusta tu fatalismo, y la desesperanza me agrado solo deja ver mas de tus letras saludos. David.
Publicar un comentario